¿Existe el taxi ideal en Valencia?

Como en el resto de publicaciones de esta sección, buscamos el vehículo idóneo en función del servicio que le queramos dar. Una labor que se complica exponencialmente cuando queremos encontrar el ‘taxi perfecto’. Las distintas marcas automovilísticas sacan a la venta modelos deportivos (para los jóvenes), el clásico modelo furgoneta (para un uso laboral), o simplemente un coche pequeño con la finalidad de moverse en la ciudad. Pero, ¿que marca cuenta con un vehículo especialmente diseñado para convertirse en un taxi? Ninguna.

Que no exista un modelo especializado para esta función significa la ausencia de un coche que recoja todas las características (que a continuación se abordarán) que un taxi debe tener. Sin embargo, si que es importante tener en cuenta una serie de parámetros a la hora de comprar un coche para trabajar de taxista.

Para realizar este análisis, contamos con el testimonio de Vicente Salavert, uno de los taxistas con mayor experiencia de la ciudad de Valencia. Vicente es el presidente de la compañía Eurotaxi (en la localidad valenciana de Paterna). Ejerce el oficio desde 1977, ha trabajado con cinco vehículos distintos, y a tan solo unos meses de su jubilación, nos da las claves que todo taxista debe sopesar para trabajar con solvencia.

“Nosotros miramos lo que hay debajo del capó”. Este es el titular de la entrevista, una frase con la que Vicente ejemplifica a la perfección la prioridad del taxista que se compra un coche. Estas palabras confirman los peligros de los avances tecnológicos cuando te pasas todo el día conduciendo, y es que para el director de Eurotaxi todas aquellas prestaciones que trasciendan del aire acondicionado y de la dirección asistida, suelen provocar más problemas que soluciones.

En otras palabras, anteponer la fiabilidad a cualquier otra prestación. Todos los taxistas deben tener esta frase como dogma, pero más si cabe en el entorno valenciano: En Valencia sobran alrededor de 1000 licencias, o lo que es lo mismo, hay un exceso de oferta. Una anomalía que tanto los sindicatos como la Generalitat ha solucionado permitiendo a los taxistas trabajar 16 horas al día. A menos trabajo, más horas, lo que significa que estos coches se llevan especialmente al límite en el marco valenciano.

Con datos en la mano, han habido modelos que se han ido relacionando con su uso como taxi. Es el caso del Skoda Octavia, cuya fiablidad le ha convertido en una de las opciones más elegidas. Sin embargo, el Toyota Pirus cogió el relevo, esta vez por la ventaja económica que supuso la aparicón de su modelo híbrido. Pese a que su cuota de mercado en el  sector alcanzó el 34% en 2012, sus problemas de batería desembocaron un descenso de las ventas. La seguridad es otra condición que los taxistas valoran más a medida que pasan los años, por esto la marca Nissan ha adaptado para taxi uno de sus modelos: el Nissan NV200.

Una serie de factores que junto a la experiencia de otros compañeros (tal y como ha afirmado el presidente de Eurotaxi) marcan el baremo a la hora de elegir un modelo u otro. Como tesis, y eligiendo un coche que se aproxime a alcanzar estas características, destacaría el Toyota Auris: Al tratarse de un modelo híbrido favorece en el gasto de combustible, su estructura (grande y robusta) protege a los pasajeros de cara a un posible accidente, y con una notable mejora de motor (1.4 D-4D).

Difícil tomar una decisión segura en la elección de un coche para un oficio en el que se llevará al extremo, especialmente en el caso valenciano. Cuando ninguna marca apuesta claramente por ofrecer un coche con todas sus prestaciones adecuadas al “modo taxi”, el estilo personal, y la valoración de una característica por encima de otra será la que marque la compra.

Foto portada | Radiotaxi

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